La
composición química del núcleo de un cometa es principalmente
hielo compuesto de agua congelada y de dióxido de carbono en estado
sólido. Poseen también, compuestos orgánicos como aminoácidos,
que forman las proteínas y son la base de la vida, amoníaco,
cianuro de hidrógeno, sulfuro de hidrógeno y metanol, además de
silicatos, polvo y rocas.
Para
que nos entendamos, es “una gran bola de hielo sucia y mal
oliente”.
Por
tanto, los ingredientes que utilizamos para cocinar un cometa son:
- Agua (1 – 1,5 l)
- Arena (Una cucharada)
- Amoniaco (un chorrito)
- Alcohol (un chorrito)
- Compuestos orgánicos (chorrito)
- Carbono (cucharada)
- Dióxido de carbono (2 kg)
Procedamos
pues al cocinado:
Tomamos
un recipiente resistente a bajas temperaturas como una ensaladera de
acero inoxidable y vertimos el agua. A continuación agregamos una
cucharada de arena (óxido de Silicio) que aporta los silicatos.
Vertimos un chorrito de alcohol y otro de amoniaco. Seguidamente
añadimos un chorrito de salsa de Soja o Bovril, para incorporar los
compuestos orgánicos. Incluímos una cucharada de carbón molido,
que aporta parta del Carbono y removemos bien el “caldo”, que ya
está preparado para formar el cometa añadiendo el ingrediente
fundamental que es el hielo seco.
Este
compuesto (hielo seco, nieve carbónica o dióxido de carbono sólido)
está a muy baja temperatura y sublima (pasa directamente de sólido
a gas) a unos 80º C bajo cero. Para manipularlo, utilizamos gafas y
guantes protectores, por precaución.
Al
añadir el hielo seco, se sublima gran parte por lo que vemos
bastante humo y provoca que nuestra solución se congele, formándose
esa bola de hielo sucia que comentábamos con lo ingredientes
principales que forman un cometa.